El proceso de microfusión requiere una serie de pasos, muchos de los cuales son manuales, lo que hace que la tecnología sea económicamente ventajosa en países con bajos costos laborales.
Económicamente, una de las ventajas de esta tecnología es el bajo costo de la inversión inicial para la creación de moldes para la producción de ceras, incluso si se enfrenta a geometrías particularmente complejas o con socavaciones de difícil realización.
Además, la alta repetibilidad del proceso, la posibilidad de alcanzar tolerancias mucho más estrictas En comparación con las piezas fundidas con tecnología de arena y la calidad claramente superior del acabado superficial de las piezas producidas, este proceso es la solución óptima en la producción de piezas con bajo peso, incluso a partir de pequeños lotes.